Entre recuerdo y olvido

 

A pesar de que todas las mañanas contaban las mismas historias, para Miguel y para Carmen tenían significados diferentes; amén del tiempo transcurrido y de lo que habían vivido, uno de los dos ya no estaba allí presente como antes.


Hoy, al igual que cualquier otro día, en Miguel se reflejaba la insistencia, como quien, a pesar de hacer siempre lo mismo se ilusiona con un nuevo final.

 

—Buenos días, señora Carmen.

—Buenos días joven.

—¿Qué hace allí parada? Se va a quedar usted congelada del frío que hace.

—Estoy esperando a mi hijo. Se fue por la compra hace un rato, pero parece que se retrasa —dijo la mujer, consultando su reloj.

—No se preocupe, seguro que no tardará. ¿Le importa si le hago compañía?

—Gracias querido, no te molestes. Debes tener mejores cosas que hacer que acompañar a una vieja como yo.

—No es ninguna molestia. Nos sentaremos en este banco y esperaremos…

 

Y así Miguel, como cada mañana, se sentó junto a su madre que, por esas cosas que produce la memoria, ya no lo recordaba, mientras ella esperaba por un hijo que jamás estuvo tan cerca.







Comentarios

  1. AgenciaSEOen madrid.Para saber más visita aquí.web-madrid
    #Posicionamiento_web _madrid
    #Posicionamiento_web_en_madrid
    #Posicionamiento_Seo_barato
    #Empresa_posicionamiento_seo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Si alguien te quita, otro te da

Oportunamente

Tarde o temprano